10/05/2018

Con la primavera la sensación de vida renovada llega a todas partes. El aumento de horas de sol, la subida de las temperatura, la visión de brotes en los árboles y el alboroto de pájaros, son elementos que animan a salir y que provocan que estemos mejor de ánimo.

Las personas mayores son muy sensibles a estos cambios. Las temperaturas bajas del invierno influye en las rutinas, se sale menos, se tiene miedo a enfriarse, se agudizan algunas enfermedades crónicas, etc. El invierno suele ser una época de recaídas y retraimiento. Por eso, cuando el sol empieza a calentar, hay que aprovechar y estimular a las personas mayores a que salgan de casa o de las residencias para la tercera edad y que se animen a practicar sus actividades favoritas, a que paseen, hagan deporte, acudan centros de mayores o eventos culturales.

Porque lo cierto es que el tiempo influye más de lo que se piensa en el estado anímico. Antes de que el verano apriete y se tengan que tomar precauciones con el sol y las temperaturas, es el momento de planear excursiones y hacer planes con la familia y los amigos. Si se vive en una residencia, se puede disfrutar de paseos y baños de sol, y si se tiene en casa o en la residencia un jardín o huerto, es la época de preparar y plantar la futura cosecha.

Realizar tareas al aire libre es también una manera excelente de alejar la depresión y la tristeza. Pasar de jugar a las cartas en vez de dentro del salón de la residencia a hacerlo en una galería abierta o jardín es una acción pequeña que comporta grandes beneficios, pues se trata, ni más ni menos, que realizar una actividad lúdica al aire libre mientras se socializa.

Es el momento de leer el los bancos, pintar al aire libre, acompañar a los nietos en sus juegos en el parque, visitar a amigos que están en residencias o al revés, salir de la residencia para visitar a amigos… El tiempo acompaña y cargarse de energía en primavera es clave para estar en forma el resto del año. 

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